lunes, 20 de octubre de 2008

Una tarde de domingo

Mi momento personal es un poco extraño y, aunque encontrase las palabras adecuadas, me costaría definirlo. El caso es que en la tarde del domingo encontré "mi momento", ese que necesitaba desde hacía tiempo, esos instantes que me recordasen el sentido de estar aquí...Una taza de café, una buena conversación y la compañía de esa persona que, aunque vive lejos, siempre está cerca de mi.
La tarde del domingo y la brisa que me acariciaba las mejillas a la orilla del mar me trajeron también esa tranquilidad (y seguridad) que tanto necesito últimamente. Como dice una canción del último disco de Bunbury..."Nada puede dañarme con mis amigos".


Cheshire