El silencio de la noche se refugia en mi cama vacía, sábanas blancas en las que me resisto a entrar. Ojos ausentes observan mi mirada, cansada de aguantar tantas lágrimas de sal.
El susurro del tiempo se posa en mis oídos, aumentando por momentos mi estado de ansiedad.
Bellas notas musicales me invitan a soñar...pero mi mente, sarcástica y burlona, juega al escondite desde su pupitre de nogal.
Sombras inquietantes cubren mis paredes, no se mueven, y me veo a mi misma como un Peter Pan a la deriva, sin fuerzas para perseguir a la que un día perdió, sin ganas de seguir habitando en Nunca Jamás.
La música ha callado, ya no quiere hablar; la nostalgia le ha pedido el relevo. La soledad se pasea descalza por mi habitación, y la inquietud, enfadada, le vuelve la cara sin dudar...pero es tan difícil de ignorar!
Un "sinsentido" me inunda por completo, me asfixia de tal forma que me cuesta respirar. La ignorancia actúa, no me quiere enseñar. ¿Miedo al miedo?...preguntas sin respuesta...búsqueda sin final.
Buenas noches,
Cheshire
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